Por sus crestas les conoceréis (I): El culto de los matadores [Enanos]

Después de un mes de febrero y medio marzo muy liado, de una bien merecida semanita de vacaciones en Sevilla (y olé) y de la invasión con sabor internacional de mis dominios, al fin he encontrado un rato de tranquilidad para sentarme a escribir. Esta vez me ha apetecido hacerlo sobre uno de los elementos más paradigmáticos de la cultura enana de Warhammer: los matadores.

Matador por Wayne England (creo...)

Cuando empecé con este rollo del Warhammer a mis 15 años de forma un poco fortuita como ya comenté, lo mío con los enanos fue un caso de amor a primera vista. Obviamente, abrir el libro y toparme con estos tíos con crestas, el pelo teñido de color fuego y tatuajes por todo el cuerpo, todo ello por haber faltado a un compromiso, está claro que no me dejó indiferente.

Porque esa es la base del Culto de los Matadores, la importancia de la palabra dada y de los compromisos adquiridos para con la comunidad en la sociedad enana y la consiguiente vergüenza que implica su incumplimiento.
De forma que cuando un enano considera que ha fallado a su gente, sea o no realmente culpa suya, abandona su fortaleza para no retronar jamás y se dedica a vagar, solo o en compañía de otros como él, por las montañas del Viejo Mundo buscando una muerte honorable en combate contra la criatura más peligrosa que pueda encontrar. 
Antes de salir reparte sus posesiones entre sus familiares, no conservando más que una o a lo sumo un par de sus mejores armas, generalmente hachas. Entonces en el templo de Grimnir rasura su cabeza, dejando solo una cresta que pone rígida empleando fécula y que ya nunca cortará en lo que le reste de vida. La tiñe junto con su barba empleando alheña, que al oxidarse otorga a su pelo un característico color naranja. Mientras está consagrándose al Culto a Grimnir, su clan entona su canción funeraria y junto a su nombre se anota este día como la fecha de su muerte.
Si el matador es desafortunado, el fin de su segunda vida tarda en llegar, bien sea por ser más rápido, más duro o simplemente más feroz que otros. Esta selección natural hace que si topas con un matador, este será sin duda un combatiente duro, increíblemente violento y probablemente un peligroso psicópata.


Los matadores siempre han ido por defecto cuando he tenido que preparar listas de ejército, con la salvedad de si voy a enfrentarme a los orejotas (véase, toda suerte de elfos), aunque contra los silvanos creo que aún se les puede sacar bastante rendimiento. Contra otros ejércitos, pese a no llevar armaduras, la resistencia 4 que tienen de base los enanos, hace que puedan absorber bastante fuego del convencional. Porque si te pegan con algo más gordo, lo mismo te da tener armadura y los matadores al menos te salen más baratos.
Obviamente, contra ejércitos que a penas tienen armas de proyectiles y sí muchos bichos o criaturas que causan miedo, rollo los Caos (en general), No-Muertos u Orcos y Goblins, los matadores son un must.

En 4º/5º edición los matadores costaban de base 11 puntos, con la posibilidad de equiparse con hachas a dos manos por +2 o con dos hachas de mano por +1, siendo posible hacerse unidades mixtas si se deseaba. Eran inmunes a psicología y no tenían que hacer chequeos de desmoralización, debido al Juramento de Muerte que habian efectuado y contaban con la inestimable Habilidad de Matador. Esta habilidad hacía que aumentasen su fuerza para equipararla con la resistencia de su rival hasta un cierto límite, de forma a herir siempre (o casi) con 4+. De modo que contra un dragón emperador llegaba un matademonios y la arrea hostias de fuerza 8, así de rico.
Además, para representar que los matadores suelen viajar en cuadrillas formadas por individuos de diferente experiencia y habilidad, se podían meter tantos paladines como se quisiera, de los 3 niveles existentes.

Con la 6º edición la cosa cambia un poco, el número de unidades de matadores se limita a 0-1 y cuenta como "Especial". Siguen costando 11 puntos, pero llevan de base dos armas de mano, no teniendo opción a llevar arma a dos manos. Aparece expresamente la opción del ponerles portaestandarte y músico, que si bien, existía, nadie se los ponía, hasta el punto de que ni siquiera hubo miniaturas hasta 6º. Ahora, el meter cuantos paladines se quiera está restringido a los matagigantes. Los matademonios ocupan una opción de comandante y los matadragones una de héroe. Estos pueden ir por libre o unirse a la unidad de matadores. 
Se empeora, eso sí, la Habilidad de Matador, estableciendo el límite de fuerza aumentada en 6 para todos los matadores.

En el libro de 7º edición (o 6º bis, como se prefiera), los matadores pasan a ser "Unidad Singular", aunque desaparece la limitación 0-1 (pa' este viaje no hacen falta alforjas). Siguen costando 11 puntos, pero ahora van equipados a lo mulas de Rambo: llevan dos arma de mano Y arma a dos manos. El resto no cambia.

No recuerdo los detalles, porque lo leí solo por encima en otros blogs, pero saqué la idea de que el libro de 8º, de reciente aparición, los ha hecho prácticamente inútiles, supongo que tendrá que ver con el hecho de no haber renovado las miniaturas.

Esta es una foto de familia de algunos de los matadores de mi colección. Aún tengo pendiente el pintar un buen puñado de figuras adquiridas en los últimos tiempos.
En entradas siguientes iré mostrando con más detalle algunas de estas figuras y si os interesa haré un análisis estratégico/táctico un poco más completo sobre esta unidad.

Salud!