domingo, 31 de agosto de 2014

Guerra en Color veraniega: Rompehierros [Enanos]


De nuevo, pese a estar más liado que la pata de un romano, me he sumado a este nuevo compromiso/concurso de pintura, iniciativa de Bairrin.


Así que bueno, aunque tenía previsto pintar otras cosillas este verano, puesto que la clave de este concurso son los metales, como jugador y coleccionista de enanos, no se me ocurrió una tropa más “metalera” –Fuck, yeah! –que los ironbreakers que GW sacó para 6º edición de WFB –sí, el olvido por mi parte de toda la gama que ha acompañado a la 8º edición es deliberado, en efecto.

Hace algunos meses, creo que por diciembre del año pasado o así, me hice con una docena de estas figuras de segunda mano tiradas de precio. No pensaba pintarlas de momento, porque el anterior propietario ya les había “dado color” y obviamente tienen más prioridad las miniaturas sin pintar, que en la mesa de juego quedan peor, que las simplemente mal pintadas –a no ser que me hagan sangrar los ojos y esas cosas.

El pintado del anterior propietario podríamos decir era “digno”, como puede apreciarse en la imagen. 
A penas un esbozo, ya lo sé, un pincel seco sobre imprimación negra y algo de color en los escudos, pero bueno, las bases estaban también relativamente decoradas y el pintado aunque pobre no hería mucho a la vista, así que como he dicho, no estaban dentro de mis prioridades pintarlos.

Fig.1: En su estado original

Tratando de evitar morder más de lo que puedo tragar, para el concurso decidí pintar solo cinco rompehierros; el grupo de mando y un par más a modo de escolta.

  • Preliminares:

Lo primero era deshacer el trabajo del anterior propietario, así que empecé por arrancar las figuras de las peanas de plástico, con cuidado de no destrozar demasiado la decoración de las mismas puesto que iba a tratar de reutilizarla.

Después desmonté las figuras, que salvo en el caso del campeón, que no es monopose como el resto, se tradujo simplemente en despojarles de los escudos.

Fig.2: Muerte y destrucción al trabajo anterior

Como decapante empleé disolvente nitrocelulósico –a.k.a. disolvente universal –que para figuras de metal que no han sido mancilladas con una capa obscenamente gruesa de pintura, funciona más que bien.

Como estaba de vacaciones y no disponía en el momento de una cantidad masiva de disolvente, ni del cepillo de dientes viejo que uso habitualmente para frotar, simplemente las “pinté” exhaustivamente con disolvente empleando una brocha gorda y las lavé con abundante agua y lavavajillas, frotándolas de nuevo con la brocha gorda. El resultado fue bastante bueno, quedaron un poco sombreadas, porque de esta forma era difícil quitar toda la imprimación, pero tampoco vi necesario volver a darles otra mano de decapante.

Lo siguiente fue restaurar y completar la decoración de las bases, tapando con masilla texturizada las ranuras y las calvas que pudieran haberse formado al arrancar las figuras, incrustando sobre la masilla fresca algunos granos de arena de diversos tamaños, como puede apreciarse en la imagen.

Fig.3: Aquí ando, plantando los cimientos

Habréis apreciado también que les he cortado a las figuras lo que encaja en la ranura de las bases –que seguro que tiene algún nombre técnico, pero ahora mismo no caigo. 
Es algo que me gusta hacer si tengo el tiempo, porque ganas algo de libertad a la hora de fijarlas a las bases y así puede dársele al regimiento un poco más de dinamismo.

Fig.4: Todo listo para empezar a pintar.

En la imagen se aprecian las figuras fijadas a sus respectivas bases y ya imprimadas. 
Imprimé, según mi costumbre, los rompehierros con gomalaca, que al ser prácticamente transparente, deja de fondo el color natural del metal.

  • El Pintado:

Éstas son unas figuras constituidas en un 90% de armaduras profusamente decoradas, de modo que a la hora de plantear su pintado, existía por un lado el reto de hacerles justicia, pintando con esmero los detalles y por otro lado, combatir la monotonía cromática que encuentra uno algunas veces en miniaturas con tanto metal.
Aprovecho para confesaros que no poseo una extensa colección de pinturas, así que me dedico habitualmente a la alquimia del color. Todos los metalizados que podréis apreciar en estas figuras han sido trabajados a partir de Acero Colmillo Rúnico de GW y Hojalata, Dorado Pulido y Bronce Bruñido de Vallejo
De modo que el reto de combatir la monotonía cromática era doble.

Determiné que emplearía dos tonos metalizados predominantes; aceros para las piezas principales de armadura y dorados para la ornamentación. 
En los los elementos secundarios, me serviría de tonos más oscuros, bien fuera pintando directamente con hojalata o con alguna mezcla en la que fuera predominare. 

Por lo demás, puesto que mi idea es que este regimiento haga las veces de guardia real, y que según el caso serán barbaslargas, martilladores o propiamente rompehierros, pero siempre una escolta de mi señor de los enanos –el “carachapa” para los amigos, que a ver cuando lo fotografío y os lo presento –pensé pintar ciertos detalles en azul, un color históricamente muy ligado a la idea de monarquía.
Conseguí el azul que podréis apreciar más adelante, simplemente mezclando a partes iguales Azul Ultramarino con Acero Colmillo Rúnico. El resultado puede pasar perfectamente por un esmaltado como los de la Edad Moderna.

Fig.5: Acero pa' los barcos.

En la imagen se aprecian, además de los detalles en azul y el pintado de las barbas, que ya se ha dado el tono medio de las armaduras. Este se consiguió simplemente mezclando una parte de negro Abaddon con dos de colmillo rúnico.
La idea es que sobre una base más oscura que el color de referencia, que en este caso es Acero Colmillo Rúnico, se sombrea con un lavado, para iluminar después con el mencionado color. 

La cota de malla que se ve en algunos resquicios –por ejemplo entre las manoplas y las hombreras –se pinto de hojalata con colmillo rúnico a partes iguales.

Fig.6: Oro del que no brilla en la oscuridad.

En la imagen anterior ya he dado los dorados y he pintado los elementos secundarios.
El tono medio de los dorados, una especie de oro viejo, se consiguió mezclando a partes iguales Hojalata con Dorado Brillante.  


Fig.7: Sombras y ahora la luz.

Aquí se muestran los rompehierros tras el lavado a base de una dilución a partes iguales de Negro y Marrón Chocolate de una pintura de base latex y Purpura Warlord de Vallejo, que es algo que incorporé al cocktail por consejo del señor Jorge Ayora.
Por cierto, para que no "haga aguas" al secarse el lavado, es muy recomendable poner una pincelada de lavavajillas en la dilución.

Que por cierto, no sé si se aprecia, pero también están dadas las primeras luces a las barbas. Muy por encima de cualquier otro, el elemento más importante cuando se pinta un enano es su barba, todo el tiempo que uno les dedique estará bien empleado. 


Fig.8: Afianzan los pies en la tierra, aprietan los dientes y se aprestan a recibir la envestida del enemigo

Y voilá, aquí están los rompehierros con las luces dadas a base de suaves veladuras, los escudos puesto y listos para ahostiar a lo que se les ponga por delante.

Os dejo algunas fotos más de detalle, que no veáis qué guerra me ha dado el tomarlas, el tema de la iluminación sigue siendo una pesadilla. 






 Bueno, y esto es todo, no dudéis en consultarme si os ha quedado alguna duda y estoy naturalmente abierto a escuchar vuestras recomendaciones y consejos.

Hasta pronto, espero que hayáis pasado un buen verano.

Salud!

5 comentarios:

  1. Jajajaja, apuntamos también a estos enanos de última hora. La verdad es que los has mejorado mucho. Son una unidad con mucha personalidad... y un dolor en el campo de batalla.

    Suerte!! XD

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    Respuestas
    1. Unidad de rompehierros escoltando al señor de los enanos, son cargados por unos príncipes dragoneros con noble alto elfo; los elfos no logran hacer ni una baja, los enanos les curten el lomo, los elfos fallan el chequeo, huyen, los enanos les persiguen, les alcanzan y los machacan... Risas máximas XDDD

      Gracias, sí que estoy contento con el resultado y más teniendo en cuenta que no he tenido mucho tiempo para dedicarles... y al natural molan incluso más!

      Un saludo!

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  2. Qué pasada de trabajo, si señor. Además las miniaturas se prestaban a ello. ¡Suerte!

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  3. Mira que molan los enanos de antes. Yo tengo un regimiento de 16 barbudos y me encantan. en el campo de batalla son como un ariete con barba.

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  4. No hay color. Te han quedado geniales, mucho mejor de lo que estaban antes. Qué envidia más (in)sana me entra al verlos xD

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